Saturday, December 29, 2007


“Los detectives salvajes” o de la infinita dignidad artística de los caminos en medio de la nada.

Nadie sabrá más del realismo visceral que tú, si lees este libro, ni el mismísimo Arturo Belano, ni el mismísimo Ulises Lima, mucho menos Roberto Bolaños. No está escrito ni en verso libre ni en figuras complejas de poesía porque es un libro de poetas, de los que hay pocos, de poesía hay muchos, hay tantos que ya nadie los lee.
El realismo visceral no llena más que las páginas de este libro, por eso varias veces tuve la sensación que se rebalsaba de las hojas. Que solo un libro es muy mezquino. Que se merecían más testimonios. Uno o dos estantes en alguna biblioteca del DF o de Sonora, como mínimo. Una o más revistas con poemas de María Font o Jacinto Requena en alguna librería por ahí, de esas donde los real visceralistas robaban libros de poetas que vivieron y murieron antes de Cristo, en Roma o Grecia. Se merecían a algún poeta catalán recitando uno de sus poemas en un café literario de esos que quedan en la calle hospital cerquita de la plaza Cataluña, tan cerca del mar.
Ahora que el tiempo borro casi todo rastro de estos jóvenes poetas sin movimiento ni seguidores que los inmortalice. Solo “Los detectives salvajes” es testimonio de su existencia, más bien epitafio de su existencia. ¿Cuántas historias son rescatadas del olvido por la imaginación de un escritor? En este mundo los escritores no inventa nada, solo recuerdan cosas que no vivieron, historias condenadas por la humanidad al olvido, pero como el destino es más sabio que nosotros las rescata y las hace libros. Quizás con otros nombres, otras ciudades, otros años. Pero todo pasa, nada se imagina. La imposibilidad de la imaginación literaria, ¿o la imposibilidad de la inexistencia creativa?
Un libro que es casi una estatua al poeta desconocido, al ciudadano del mundo. A todos los que se merecen un libro y son olvidados en una casucha en el desierto de Sonora o se vuelven locos, o una enfermedad sin razón ni motivos se los lleva, o cambian todo por un trabajo miserable y una vida igual de miserable, también a las grandes obras de la humanidad que no se llevaron a cabo o pasaron desapercibidas. Para todos los que escriben sin publicar, pero cuando escriben están seguros que lo que hacen sirve de algo. Para los que hicieron música alguna vez. O para los que simplemente su camino creativo fue un sendero tan lejos de las carreteras de las artes modernas. Eso se llama dignidad artística.
Mientras la creatividad artística convencional es la enorme y moderna carretera que nos lleva a todos lados, a los premios y al reconociendo. Para otros, su camino creativo no es más que un simple sendero que une dos puntos perdidos en medio de la nada. Un camino que para los acostumbrados a las carreteras no tiene ningún sentido ni razón de ser. La elite artista no entiende el arte sin la “planificación”. Los real visceralistas fueron camino, un camino en medio de la nada, y unieron dos puntos irrelevantes en medio de la nada también, tan lejos de las carreteras nadie los vio ni supo de ellos. Pero recorrieron el camino, a paso firme y resuelto, como la poesía manda. En el realismo visceral nunca se escuchó la más estúpida y burguesa de las preguntas… ¿A dónde vamos?

Thursday, December 27, 2007

Hola amigos. No podía dejar pasar esta fecha sin desearles una muy feliz navidad. Que sea una época de paz y amor, y no olviden el verdadero sentido de la navidad… que es el nacimiento del viejito pascuero, en un humilde pesebre en el polo norte.

merry xmas still sucks

Saturday, December 08, 2007



En las ciudades ya no hay amor.
Evidencia: en mi ciudad los balcones están en desuso, están con las puertas cerradas, las mamparas cerradas, sucios, llenos de palomas, mal pintados, y ya nadie se asoma a ellos ni se ve una luz a través de las cortinas. Sin balcones perdimos el amor. Podres neo-Julietas. Pobres Romeos post-modernos. Donde brotaran los poemas de amor improvisados, los que antes nacían de amantes separados por un balcón, o quizás unidos irremediablemente por uno.
Los balcones de mi ciudad se pierden, son un pedazo olvidado de las casas, incluso las mismas casas con balcón están desapareciendo. ¿Quién planeo eso? ¿Los arquitectos? ¿Los ingenieros civiles? Tengo serias sospechas de los ingenieros civiles y sus matemáticas bastardas. Donde pasarán las historias de amor del futuro ¿En las cocinas? ¿Frente al computador? Los balcones era el lugar.
Ahora la ciudad me deprime más, porque me deprimo al verlos olvidados. Espero que alguien me entienda. Espero que alguien haga algo. Maldita ciudad impía.
Prueba Numero uno: “Cinema paraíso” La promesa de Totó a Elena fue esperar cien noches bajo su balcón a que ella se asomara, si ella aparecía en el balcón sería la señal de amor correspondido. Totó esperó y esperó, con lluvia y con tormenta. Fui testigo de su espera bajo ese balcón con la banda sonora que te hacia tiritar los huesos. El amor y los balcones.
Prueba Número dos: Romero y Julieta… sin más comentarios.
Y ahora la gente los ignora.
El amor no quiere balcones en desuso.


Friday, December 07, 2007

"…y pensar que el loco tenía razón."
Epitafio.

Wednesday, December 05, 2007


Una puta quería donar el sudor de su frente a la teletón, se iba a poner 27 horas de amor por los niños. Obviamente esta situación salió en las noticias y en programas mierda como “así somos”, incluso habló “don teletón” – don francisco- que dijo con su tono de “soy el abuelo de Chile”: me molesta que se use el nombre de la teletón para fines personales y que se lucre, porque perfectamente lo pudo haber hecho en silencio y anónimamente.
Puta! Valga la redundancia, le tengo una mala nueva don fracis… eso es justamente lo que hacen todos! Usan la teletón con fines personales y de lucro. Ganan por todos lados y donan una mierda, ¿200 millones de pesos? Una cagada! ¿Cuánto le costaría a Líder tener un comercial con todos los rostros más caros diciendo líder esta en teletón? Mucho más po longi!! Y ni contar todo lo que la gente compra.
Y los mismos weones lo dicen. Siempre que dan su aporte se tiran la mítica frase “don Franci una vez más, no pudimos estar ausente” esa es la verdad no pueden estar ausentes, seria súper mala publicidad.
Así que no sean longis y dejen en paz a esa pobre señorita que lo único que quiere es aportar a la teletón, porque si esa mina es capaz de estar 27 horas con wuañaño adentro, esa wea es amor, y ella también está en cada paso.